Educación en la Sociedad de la Información y el Conocimiento


PorPedro Duarte- Postado em 10 outubro 2012

Nos encontramos ante el nacimiento de la Sociedad de la Información y el conocimiento. La revolución científica tecnológica, según Castells, ha creado una nueva estructura social: la sociedad red, una nueva economía: la economía información - global y una nueva cultura: de la virtualidad real.

La educación ocupa un lugar indelegable en esta nueva sociedad, para la construcción de una sociedad multicultural que amplíe las oportunidades de desarrollo y justicia para todos.

Algunos estudios de UNICEF sobre las relaciones entre la superación de la pobreza y la educación concluyen que la educación es una de las inversiones más rentables para ese propósito. Ya que la probabilidad de ser pobre disminuye con el incremento de nivel educativo.

Lamentablemente en Argentina, la cantidad de pobres sigue creciendo. La Nación del 17/11 da cuenta de que 6 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 29 años son pobres, y sólo el 37,45% de ellos tiene trabajo. Aún con estos datos, la educación de nuestro país y de América Latina es crítica, y no parece tener en cuenta los estudios de UNICEF.

En este contexto, la educación no debe ser considerada un privilegio sino un derecho. De ser así, los gobiernos deben conseguir los recursos económicos necesarios que mejoren el presupuesto educativo, para que todos los ciudadanos reciban y concluyan una educación de calidad. Este año 2004 sólo representa el 32,57% del que teníamos 10 años atrás.

El nuevo paradigma educativo ya no debería poner en discusión el uso de las TIC´s, como medio imprescindible para los procesos y transferencia de conocimiento para la educación a distancia, y semipresencial o incluso, la educación presencial. Lo que debería ponerse en tela de juicio es el “contenido”, el proyecto educativo en sí. ¿Alguien conoce la ciberestrategia educativa argentina?

En diciembre del año 2003 se realizó la 1ra. Fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información. Allí se establecieron los principios de la Sociedad de la Información (SI). En la 2da. fase de Túnez en el 2005 se tratará el Plan de acción que traduce en líneas de acción concretas, los objetivos de desarrollo acordados a nivel internacional, la mayoría de ellos ya fijados en la Declaración del Milenio.

Cada país presentará su ciberestrategia nacional y se evaluarán los progresos realizados en la consecución de los objetivos globales de la SI.

Uno de los puntos de la Declaración del Milenio, propone adaptar todos los programas de estudio de la enseñanza primaria y secundaria al cumplimiento de los objetivos de la Sociedad de la Información, teniendo en cuenta las circunstancias de cada país.

La modernidad construyó su comprensión de la educación, en un largo proceso que duró siglos. La escuela logró apropiarse de ella y materializarla, constituyendo un acto de “inimaginable creación” para la época, que separó a los infantes para educarlos en un ámbito disciplinado y controlado pedagógicamente.

Ahora estamos frente a un nuevo proceso que requiere un nuevo planteo y estrategia educativa adecuada a la visión de desarrollo de la Sociedad de la Información y el conocimiento. Nuevamente es necesario que aparezca la “inimaginable creación” para esta época.

Con la Crisis cultural de la modernidad, las utopías, las esperanzas del progreso, la centralidad en el sujeto, la ciencia y la razón, es decir, el proyecto de la modernidad1 y toda su carga de promesas pareció desvanecerse en la década de los 90 cuando el neoliberalismo parecía tener las respuestas a todos nuestros males, marcando el fin del hombre moderno, de la razón y de las utopías.

Sin embargo, también esta visión de la vida y de los hombres entró en crisis al inicio del siglo XXI.

La visión Economicista que se ocupó de formar el Homo Oeconomicus que Samir Amin define como un individuo libre que decide alquilar su fuerza de trabajo o abstenerse de hacerlo, innovar o conformarse, vender o comprar y que en el ejercicio de su “libertad neoliberalmente hablando” requiere que la sociedad esté organizada con base en los mercados de trabajo, productos y empresas, tuvo su mayor efervescencia en la última década.

La educación permitió que estos postulados basados en el eficientismo, se organizaran para dar respuesta únicamente al desarrollo económico formando personas articuladas al requerimiento de los mercados.

Argentina acaba de firmar la alianza para la educación donde la empresa Microsoft donará software en las escuelas. Es misión de la escuela ¿generar clientes para una empresa? La alfabetización digital significa que ¿debemos formar en Office?

Aunque una parte de la educación cubra aspectos economicistas, dado que en este escenario de la vida, todos somos actores de carne y hueso y necesitamos de bienes económicos, como son los alimentos, el vestido y contar con una casa para asegurar nuestra subsistencia, ya hemos probado que esto no alcanza y no ha beneficiado a todos por igual.

Fuimos y somos testigos de como las desigualdades aumentaron y de cómo la mayoría de los hombres se empobrecieron con estas ideas y esta educación.

Ninguna de ellas por separado, ha tenido respuestas para una vida con dignidad.

Ahora, el riesgo de que el conocimiento sea “únicamente” tratado como mercancía en una relación de proveedor - consumidor en la Sociedad de la Información y el conocimiento, es aún mayor. Las exigencias de los mercados laborales cada vez más flexibles y precarios actúan como esponja de conocimientos técnicos cada vez más impermanentes, que obligan a los individuos a adquirir mayores conocimientos y a mayor velocidad para poder mantener una buena condición de empleabilidad.

La unión de dos conceptos: conocimiento y mercado, construye una fórmula de desarrollo, que puede ser más peligrosa que las conocidas anteriormente, y que puede desvirtuar los objetivos de la educación.

En esta fórmula se educa para el “saber hacer” pero se descuida el “ser”.

La educación debe ayudar a los seres humanos a que vean claramente la realidad, lo que debe ser, y la manera correcta en que se debe vivir. El beneficio práctico es la consecuencia de la aplicación del saber en contexto. Pero no debería ser instrumento del utilitarismo. El ideal de la educación debe incluir al otro, y trocar: máximo servicio en lugar de máximo beneficio.

Para el “saber ser” contamos con otro problema. El rendimiento escolar no es garantía para ser buenos ciudadanos y los medios de evaluación en la educación no tienen en cuenta los antecedentes y acciones de los individuos fuera de la escuela.

Lamentablemente los jóvenes viven un mundo de desesperanza donde la escuela se esfuerza por crear un escenario artificial que rápidamente se desvanece al entrar en contacto con los medios de comunicación que reflejan el constante absurdo político y deformados entretenimientos.

La vinculación de los estudiantes en actividades comunitarias es hoy un elemento indispensable para brindar una educación completa que permita combinar la teoría y la práctica, provocando un desarrollo humano que no solo posea buenos conocimientos, sino que esté basado en valores donde seamos capaces de juntar lo que se dice con lo que se hace. 

Para convertirse en un contribuyente y un creador en las sociedades de la información y la comunicación, se necesitan no sólo conocimientos técnicos sino también competencia crítica y creativa.