Brecha + Digital: ¿Cuánto de brecha y cuánto de digital?


Porwilliammoura- Postado em 22 novembro 2012

Abstract: 
Definida y percibida como el resultado de la convergencia de diversas causales de desigualdad socioeconómica, la Brecha Digital, o la manifestación de la antigua brecha tecnológica teniendo como referencia más común el mayor o menor acceso a las TICs en la sociedad digital que es la sociedad de la información, ha generado estados de exclusión o separación. Sólo abordándose -en base a Políticas Públicas idóneas- la solución de todas las causales de desigualdad, y específicamente implementándose acciones de alfabetización digital, el acceso a herramientas TICs y un mayor nivel de conectividad a Internet se traducirán en un mayor acceso a la información y al conocimiento. A su vez, en una etapa posterior del proceso, la generación de nuevo conocimiento y la innovación ocasionarán un desarrollo sostenible que, necesariamente, provocará la inclusión digital del grupo social.

I. INTRODUCCIÓN.

¿Es posible visualizar la desigualdad y la pobreza al margen del desarrollo tecnológico, sobre todo cuando la forma de ser pobre o rico está cambiando producto de ese desarrollo tecnológico?: ...creemos que no.  Menos puede hacerse, cuando la noción o el concepto de "Brecha Digital" (en adelante "BD") constituye una expresión concreta de la desigualdad en la sociedad de la información, razón por la cual deben relacionarse los conceptos de pobreza y desigualdad con el desarrollo tecnológico característico de ella.

Puede afirmarse, en efecto y como se ha hecho, que un denominador común en la definición de BD es percibirla como un conjunto limitaciones al acceso y uso de TICs, haciéndose énfasis en su impacto como generadoras de exclusión digital. Pero es "una convergencia de diversas desigualdades y situaciones de pobreza" -no sólo dadas por la falta de acceso a herramientas tecnológicas o TICs, como a priori pudiera pensarse[1]- la que dinámicamente genera nuevas fuentes de exclusión y un estado de BD. A su revisión dedicamos parte de este ensayo.

Por lo mismo y siguiendo este razonamiento, es fácil entender que las TICs, por si solas, nunca producirán un salto cualitativo hacia el desarrollo humano ni la necesaria inclusión digital.

Antes de intentar proponer o determinar cuáles pueden ser los paradigmas de la BD, ya no en la sociedad de la información sino en el ámbito de la sociedad del conocimiento, debe entenderse que la superación de las exclusiones y el acortamiento de las distancias entre los brechados y los no brechados digitalmente sólo se producirá cuando de la mano de la alfabetización digital y el acceso a la información, las personas puedan generar un nuevo conocimiento, desarrollar nuevas capacidades y potencialidades, en definitiva, innovar.

II. ANÁLISIS.

1. Definiciones, atributos y elementos principales que distinguen el concepto de Brecha Digital.

Si hay BD hay una separación y una desigualdad en cuanto al acceso a la información y al conocimiento de la mano de las TICs, y ella se da entre los sectores de mayores y los de menores ingresos, a nivel local, y entre países con mayor o menor PGB y niveles de desarrollo tecnológico y productivo, en el plano internacional.

Decir BD es, a priori, aludir a la antiguamente llamada Brecha "Tecnológica", pero ahora referida concretamente al acceso a las telecomunicaciones y a la informática, y más específicamente a la red Internet. Hay una relación de género a especie entre ambos conceptos. Por cierto han existido otras especies, como la brecha "analógica" determinada por el acceso o no las comunicaciones telefónicas.

En cuanto a la idea de la falta de acceso a las TICs como el elemento que determina una situación de BD en una sociedad digitalizada como la nuestra, dijimos que considerarlo era "un parámetro" relevante y medible para determinar situaciones de brechaje y las características socioeconómicas de una sociedad, pero no debía ser el único a considerarse. Más concretamente, la BD no surge sólo por la imposibilidad de acceder a herramientas computacionales y a la red Internet o por la poca penetración de la banda ancha, y ella, la brecha, tan poco se solucionará sólo aumentándose las posibilidades de conectividad pública para el acceso a Internet.

Se ha hecho un diagnóstico que, a priori, parecería acertado para comprender el problema de la BD. En concreto, se mencionan causales tales como (i) el bajo nivel de penetración y de conectividad a Internet, (ii) los altos costos de acceso a la red, (iii) la ausencia de una estructura legal y regulatoria[2], y  (iv) los bajos niveles de capacitación en materia de uso de TICs. Si hay bajos niveles, habría que alfabetizar y capacitar, lo que se percibe siempre como el elemento central para iniciar el proceso.

Si efectivamente las causales mencionadas son "fuentes de brecha digital", cualquier plan o política pública de inclusión debiera apuntar al cierre de ellas. Dándole la relevancia necesaria tanto a los diseños de estrategias como a sus respectivas implementaciones. Y efectivamente el Norte debiera ser, por ejemplo, desarrollar estrategias y políticas que generen la universalización del acceso para regiones rurales o apartadas geográficamente, aprovechando las bondades de tecnologías como el celular y las conexiones inalámbricas o satelitales, particularmente a la red Internet.

Siempre de cara a las causales de BD, en un estudio realizado en España sobre el desarrollo de la sociedad de la información el año 2001, se la percibe generada en la medida que concurran, o no, los siguientes elementos: (i) la disponibilidad de infraestructura que permita conectarse a Internet; (ii) la facilidad para acceder a Internet desde cualquier lugar; (iii) el conocimiento de las herramientas elementales para poder acceder o navegar en la red; y, lo que ya es novedoso y arroja nuevos elementos para el análisis, (iv) la capacidad de las personas para seleccionar la información y convertirla en conocimiento[3].

Pero el análisis correcto o idóneo debe mirar la convergencia o el maridaje de diversas causales. Efectivamente, como se ha dicho, si bien los aspectos anteriores pueden ser considerados elementos claves para identificar la BD, un análisis más profundo nos remite al problema de la desigualdad, que en su versión actual e insertos en "la sociedad del conocimiento" se asienta sobre un nuevo factor, las TICs, pero que en esencia o en definitiva, continúa tratándose de un problema mayor de exclusión y de la existencia de profundas causales de desigualdad social. Y esta, efectivamente, puede percibirse como "un juicio social que se expresa de diversas formas"[4], que no se refiere sólo a la desigualdad de ingresos sino que se extiende -por ejemplo- al analfabetismo o a la desnutrición, y que es padecido por los llamados "relegados de la sociedad de la información".

Las consignadas más arriba son causas o razones que profundizan, reducen o incluso crean brechas o exclusiones que se reflejan en lo digital, pero que -en definitiva- tienen raíces económicas y sociales. Por eso, es que Serrano Santoyo propone[5] entender la BD "como un reflejo del desarrollo humano", opción que es recogida por el PNUD en la presentación del IDH 2006 en Chile. En ella se menciona que el uso masivo de las TICs por si solo no asegurará el salto cualitativo al desarrollo y a la igualdad, si además  no se garantizan condiciones que permitan poner las TICs al servicio de la sociedad y las personas, de manera tal que ellas adquieran habilidades y capacidades, por ejemplo porque gracias a Internet mejora o se optimiza la eficiencia, la calidad y la oportunidad en la prestación de los servicios públicos.

La distancia o la exclusión puede estar dada, además: a) por razones de edad o etarias[6] y de género; b) por circunstancias de bajos niveles de educación y altos niveles de analfabetismo; c) por razones económicas o de bajos ingresos; d) por causas como la incapacidad física de los ciegos; e) por razones idiomáticas, como el no hablar inglés que genera resistencia para acceder a sitios de la red Internet; f) por la inexistencia de normas legales que -por ejemplo- permitan el libre comercio pero con el resguardo de los derechos de los consumidores[7]; g) por la no realización de procesos inteligentes e idóneos de alfabetización digital, creyéndose que el mero acceso a un computador genera inclusión; h) por la no definición de Políticas Públicas claras y debidamente intermediadas en materia de salud, de vivienda, de educación e infraestructura que promuevan la inclusión[8], y que en materia de TICs apunten concretamente al vencimiento del subdesarrollo; i) por la inexistencia de proyectos concretos promovidos por el Estado, como la modernización tributaria, el sitio de compras estatales o la red educacional Enlaces en Chile, que acercan al ciudadano a percibir opciones concretas de desarrollo y crecimiento; y, J) por la imposibilidad de que con posterioridad a un proceso de alfabetización digital se genere "conocimiento" y se desarrollen nuevas capacidades y potencialidades -en definitiva que se innove-, cuestión que para nada constituye un elemento de naturaleza digital.

2. Evolución, otras percepciones y miradas al concepto de Brecha Digital.

BD es un concepto esencialmente dinámico. Aumentará o disminuirá, en la medida que primen las causales y/o los procesos de exclusión o de inclusión, respectivamente. Es que las condiciones socioeconómicas van cambiando, peor inevitablemente si se disminuye la BD se incrementará el desarrollo sostenible y disminuirán la desigualdad y la pobreza. Y esta es la finalidad última.

La superación, y el acortamiento de las distancias entre los llamados "info-ricos" y los "info-pobres" o la inclusión de los segundos, sólo se producirá cuando de la mano de la educación los alfabetizados digitalmente -estimulados más allá de un mero curso de computación[9]- generen posteriormente nuevas ideas y nuevo conocimiento, desarrollen nuevas capacidades y potencialidades e innoven, abordándose con creatividad nuevos proyectos y desarrollándose nuevos negocios. Es cierto: con las TICs mejoran las ventajas competitivas en materia de crecimiento económico.

¿Cómo medirse, cualitativa y cuantitativamente, este estado de desigualdad?; ¿es posible cuantificar el nivel existente de BD en un país y en un momento determinado?. Es entendible que no exista un estándar universalmente aceptado, y que se tienda a creer que el porcentaje de conectividad a Internet, de acceso a los servicios de telecomunicaciones, el número de computadores, el número de teléfonos móviles o el nivel porcentual de penetración de banda ancha pudiesen servir al efecto. Pero ello es un error, por lo parcial de esas estadísticas, y por eso parámetros como la matriz de evaluación del conocimiento que utiliza el Banco Mundial, y que se proyecta al Sector TIC, a las libertades civiles y a la estabilidad y transparencia de los gobiernos, gozan de mayor aceptación.

Si por motivos de crecimiento económico se ha medido que un país disminuye la pobreza del 40 al 20%, por esta vía quizás se de el paso siguiente y más complicado, a saber, el de disminuir del 20 al 10%. Creemos, parafraseando[10], que junto con avanzar en la redistribución que evita la concentración del ingreso -....y por cierto de los recursos TICs, como es el caso del llamado monopolio tecnológico del software propietario[11]-, debe instarse por la desconcentración y la redistribución del acceso a la información y al conocimiento, porque sólo así se disminuirán los niveles de desigualdad[12]. No deja de ser certeza otra distinción, esto es, aquella que superando la dicotomía entre "los que tienen y los que no tienen" visualiza ahora a "los que saben y los que no saben".

En este orden de cosas y en la práctica, por ejemplo la idea de asistir aportando el Estado capitales semilla a nuevos emprendedores  -como lo hace la CORFO en Chile- aparece como un necesario complemento para desarrollar procesos estables y sostenidos de inclusión.

Ha sido el Norte de las Políticas Públicas implementadas por los países de la OECD en materia de TICs, emuladas luego por varios países en desarrollo y que lograron un gran salto tecnológico, como Corea, Singapur, Malasia. Estas políticas empezaron por definir una visión y objetivos en materia de TICs, consideraron la implementación de una potente infraestructura de redes, estimularon y abordaron la educación y el entrenamiento en las potencialidades de las TICs, más, en el iter del proceso de inclusión, pusieron el énfasis en la innovación[13].

Otros datos empíricos y demostrables. "Países como Finlandia, taiwán y Korea, entre otros, de baja acumulación de capital (que nada tenían) y con pobrísimos niveles de desarrollo hace unas décadas, establecieron estrategias de largo plazo que fueron capaces de recoger una visión básica: ...entendieron que la forma de ser pobre estaba cambiando (y por lo tanto la de ser rico también) por lo que vincularon sus estrategias de desarrollo con las fuentes de generación de riqueza (innovación, tecnología y conocimiento, entre otros)".[14] ¿Un resultado concreto, en que las TICs estuvieron al servicio de un proceso de disminución de desigualdades?: "Taiwan pasa de ser una sociedad eminentemente agrícola en la década del 50 y a ser el mayor productor de laptops y productos de silicio del mundo?.

3. ¿Paradigmas que permiten construir una visión sobre  la Brecha Digital?.

3.1 Los estados socioeconómicos de exclusión y brechaje digital no están dados únicamente por la falta de acceso a las TICs, sino por diversas otras causas económicas, políticas, legales, sociales, estatales y culturales.

Por lo mismo, mientras subsistan las desigualdades y no se aborde la inclusión social, serán poco eficientes  y no contribuirán a la superación de la pobreza tanto las Políticas Públicas[15] como las acciones de inclusión digital. O dicho de otra forma: para abordar la disminución de la BD no debemos enfocarnos sólo en sus aspectos tecnológicos, desconociendo sus componentes sociales de desigualdad, porque las TICs aportan e influyen -pueden ser su detonante, por cierto- en sólo algunos aspectos del desarrollo humano y del crecimiento del bienestar social.

3.2 El sólo poseer "acceso a tecnologías" y a la red Internet, sin una adecuada capacitación o "alfabetización digital" no lleva a superar primero las desigualdades y luego la BD, y menos logra que el desarrollo social sea sostenible. Por ende, será una capacitación idónea el elemento clave que permitirá al menos iniciar el proceso de desarrollo que genere posteriormente, en otras etapas o estadios del proceso, inclusión y desarrollo sostenible. Siempre, históricamente, la educación ha sido el eje fundamental de todo proceso de crecimiento y desarrollo, y ello se mantiene como propuesta válida para la sociedad de la información.

3.3 La superación, y el acortamiento de las distancias entre los llamados "info-ricos" (un porcentaje reducido de la población mundial, que es el que tiene acceso a la red Internet) y los "info-pobres", sólo se producirá cuando los alfabetizados digitalmente      -estimulados más allá de un mero curso de computación- accedan al conocimiento y a la información -sobre todo a la de la supercarretera que es Internet-, generando posteriormente conocimiento, desarrollando nuevas capacidades[16] y potencialidades e innovando en sus actividades productivas. Más que por el conocimiento y el saber, al futuro se llega por la innovación.

III. CONCLUSIONES.

*          ¿Cuánto de "brecha" social y cuánto de brecha "digital"?: 70 y 30%, respectivamente.

*          La falta de acceso a las TICs como elemento que determina una situación de BD, no es el único elemento relevante y medible para determinar situaciones de brechaje y las características socioeconómicas de una sociedad desigual. Por ende, para generar inclusión digital no basta con regalar o vender PCs a bajo costo y con ofrecer conexión gratuita a la red Internet desde telecentros, infocentros o cibercafés[17]. Dicho de otra forma, no basta adquirir nuevas tecnologías o herramientas digitales, sino que ellas deben saber ser usadas y potenciadas.

*          El análisis y los posteriores procesos y las Políticas Públicas de inclusión tienen que considerar diversas otras causales que convergen y que deben ser superadas o solucionadas, entre otras, de naturaleza económica, política, legal, social, estatal y cultural. Por sobre todo, se trata de causas de desigualdad social y económica, ajenas al mundo digital. No es demagogia ni populismo bolivariano -porque el problema afecta a toda Latinoamérica-, afirmar lo siguiente: que junto a la brecha tecnológica importan también "...la brecha social, la brecha cultural, la brecha de género, la brecha que ocasiona la violencia diaria en las familias y en las comunidades", porque "...todas estas brechas son el sustento de la brecha digital que muestran los indicadores tecnológicos".

*          La alfabetización digital es sólo el primer  e imprescindible paso que permitirá generar inclusión y superar las BDs, en la medida que ella sea idónea. Porque efectivamente y en los albores del Siglo XXI, sólo una persona digitalmente alfabetizada podrá tener acceso  primero a las TICs y luego a la información y al conocimiento, para generar nuevo conocimiento e innovación productiva.

*          Es la imposibilidad de que con posterioridad a un proceso de alfabetización digital se genere "conocimiento" y se desarrollen nuevas capacidades y potencialidades, en definitiva que se innove en el desarrollo de las actividades productivas, la que impide superar las BDs. Dejarán de ser brechados los que ingresen a la sociedad del conocimiento. Sólo podremos entender que no existen situaciones de BD cuando la sociedad de la información del Siglo XXI se transforme en la sociedad del conocimiento, porque el acceso a él y la innovación productiva que necesariamente trae aparejada deberán generar riqueza u disminuir las desigualdades.



[1] Por cierto, considerar este elemento es un parámetro relevante y medible para determinar situaciones de brechaje y las características socioeconómicas de una sociedad; así se hizo entre los años 200 y 2003 con la encuesta CASEN en Chile, que determinó, entre otras aspectos, que el PC estaba pasando a ser un elemento básico del patrimonio de los hogares; la brecha, por cierto, estaba dada porque accedían 3 de cada 4 de los hogares más ricos, y 1 de cada 4 de los más pobres. Más no es el único elemento que debe considerarse.

[2] El tema de la estructura legal y regulatoria cobra más importancia entre los servicios públicos, no tanto así entre los particulares, que tienen un ámbito mayor de iniciativa en el cual moverse. En comparación con otras causales, no resulta tan importante para generar inclusión.

[3] Uno puede preguntarse, legítimamente, si es tan efectivo esto de asociar tan radicalmente la existencia o no de brechas al parámetro de la conectividad a Internet. De las 4 causales, 3 aluden a ella y sólo 1 está en el ámbito de la gestión del conocimiento.

[4] FRATSSIO G. , Marcelo; "La transición chilena a la sociedad de la información y el conocimiento". Paper inédito.

[5] SERRANO SANTOYO, Arturo y MRTINEZ, Evelio; "La brecha digital, mitos y realidades" (2003). Publicado en formato digital por www.uabc.mx.

[6] ¿Brecha etaria?: ...la que por ejemplo se supera en el caso de un contador jubilado que hace trabajos particulares al que la página web del SII le da seguridad absoluta de lo que está haciendo, ya que sabe que la fidelidad de la información es de la mejor calidad.

[7] Cuidado con atribuirle más importancia de la que tiene al elemento nomativo, porque su incidencia no será clave en materia de generar exclusión, salvo que se trate de proyectos del sector público donde por aquello de que en "el Derecho Público" sólo puede hacerse lo que la ley permite si aporta lo normativo. Es un intento por "establecer un orden de prelación sobre la importancia de las causas de exclusión y de brechaje....". Dicho de otra forma: ...tenemos leyes vigentes que debieran generar inclusión, pero a pesar de ser promulgadas, su no aplicación deriva de un problema cultural y porque la realidad fáctica camina al margen de la norma. ¿Ejemplos?: países con ley de protección de datos como Chile (19.628), que nadie conoce y utiliza para tutelar el procesamiento de sus datos personales; tenemos ley de firma electrónica para las transacciones (19.799), que se dijo revolucionaría Chile, y nadie la usa salvo el SII para la factura;  ¿asimetría de información en el e-commerce?: son temas sobre todo de publicidad engañosa que los cubre la ley 19.496 expresamente, con normas referidas concretamente al e-commerce, pero no se conocen.

[8] En Chile, creemos que los mejores ejemplos de ello son las redes de infocentros y la red Enlaces -en materia de educación-.

[9] La alfabetización digital debe constituir una capacitación más allá del impartir conceptos tecnológicos básicos. Así, las herramientas adquiridas permitirán el desarrollo de otras habilidades, en el contexto de la innovación y que impliquen la generación de un nuevo conocimiento y de nuevas habilidades. Sólo así, los alfabetizados podrán considerarse impactados y transformados, de manera tal que la existencia de otras causales sociales de exclusión, que siempre estarán presentes, impacten en menor medida al desarrollo y al crecimiento personal.

[10] FRATSSIO G. , Marcelo. "La transición chilena a la sociedad de la información y el conocimiento".

[11] Objeto de otro ensayo deberá ser la propuesta de considerar que de la mano de herramientas de OSS u Open Source Software es como, en el contexto del desarrollo de sistemas, se permite un mejor acceso a tecnología de vanguardia y de menor costo, al no requerirse le licenciamiento comercial que -aún hoy- sigue siendo de alto costo.

[12] Es un hecho comprobado, según estudios del Fondo Monetario Internacional al año 2000, como de esta forma, por el aumento de las capacidades intelectuales y tecnológicas a aplicarse en una hora, se logra -en definitiva- un gran aumento en la productividad laboral.

[13] Singapur y Malasia son casos claros de aplicación de esta estrategia, "...porque definieron planes quinquenales en los cuales el eje del desarrollo estuvo centrado en una sociedad basada en el uso intensivo de la tecnología" Otro ejemplo: "en el caso de India, el planeamiento estratégico fue llevado a incentivar el desarrollo universitario en carreras de tecnología limpia, como es la industria del software, la que..." -al ser exportada- "...genera divisas sin que sus ciudadanos tengan que migrar a otros países por trabajo".

[14] Citado en un post en el site www.utemvirtual.cl

[15] "Cualquier plan o política pública de inclusión debiera apuntar al cierre de las causales de la brecha, y necesariamente debe dársele relevancia tanto a los diseños de estrategias como a sus respectivas implementaciones..." -también citado en un post en el site www.utemvirtual.cl-.
Así por ejemplo, tratándose de comunidades aisladas y miembros de comunidades étnicas los encargados del diseño de las políticas y estrategias necesariamente debieran considerar la implementación de acceso comunitario y la intermediación de entes facilitadores, que consisten en procesos no TI que deben ser incorporados en una estrategia de disminución de BD o de inclusión digital.

[16] Se trata, concretamente, de las capacidades de discriminar entre la relevante y la que no lo es, procesar la información, asociar ideas y producir nuevo conocimiento con esa mayor información disponible por la mejor conectividad a Internet.

[17] El llamado Proyecto Puerto Montt Digital así lo demostró. "El diseño de la red inalámbrica se desarrolla bajo el concepto de "hot city" o ciudad iluminada; es decir, ofrece cobertura a toda el área urbana de manera gratuita hasta un ancho de banda de hasta 256 kbps a través de tecnología wi-fi a la que puede acceder cualquier computador acondicionado con ese sistema de recepción inalámbrica. Para la gran cantidad de personas que no poseen un computador en su cada, se instalarán telecentros en diversos puntos de la ciudad, con equipos que serán aportados por Intel".

 

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